miércoles, 2 de noviembre de 2011

El sindicalismo mexicano presente y futuro



El sindicalismo es el sistema de organización obrera por medio del sindicato. En su sentido más amplio el sindicato es una asociación formada para la defensa de intereses comunes de todos sus asociados. Pero en su acepción mas generalizada el vocablo sindicato se emplea para designar especialmente a las asociaciones obreras organizadas en defensa de sus intereses económicos y mejorar en sus condiciones de trabajo.

-En que área influye el sindicalismo
La acción conjunta de los sindicatos obreros a favor de sus asociados constituye el sindicalismo lo que en la práctica trasciende el área de las relaciones entre obreros y patrones y se extiende a esferas sociales y políticas. Por lo tanto, el sindicalismo influye, aunque en distintos grados, sobre la legislación social y obrera y la orientación política de cada nación. Los sindicatos han sido importantes instituciones de la sociedad industrial ellos han ayudado, han lanzado significativos resultados en términos de mejores estándares de vida, equidad y justicia para los trabajadores de todo el mundo.

Sin embargo a fines del siglo XX, los sindicatos enfrentan una situación marcada por la tendencia universal hacia una mayor liberalización de regímenes económicos y políticos. El ambiente cambiante requiere nueves propuestas y estrategias por parte de los sindicatos, si van a permanecer como los principales actores que contribuyen al crecimiento equitativo y dinámico.

-Orígenes del sindicalismo
En su concepto actual puede considerarse que el sindicalismo tiene su origen en la segunda mitad del siglo XIX. El sindicalismo, se origina con la revolución industrial en el ultimo tercio del siglo XVII, a causa que la maquina estaba sustituyendo al trabajador manual.

La introducción de la maquina produce grandes ganancias a los industriales, obtenidas a costa del sufrimiento del naciente proletariado de las fabricas, la fatiga excesiva, la insuficiencia en la alimentación, la disciplina imperante, etc.
Que debían de soportar los operarios. Tanto la moralidad, la higiene, la seguridad, salud, no causaba ninguna preocupación al empresario, incluso le regateaba al salario a obrero.

Además las mujeres y niños eran explotados sin misericordia, se les destinaban los trabajos más duros y humillantes, exponiendo con ello, sus vidas. En esta época el trabajador era una verdadera penuria, un sufrimiento para el trabajador. Es así como el operario se convierte en esclavo de la maquina y el trabajo del hombre se hace menos valorizado. Dada la situación planteada y la imposibilidad legal de que los trabajadores se agrupen en densa de sus intereses, optan por iniciar el movimiento en la clandestinidad, recogiéndose el sentido societario de los gremios.

Sin embargo ya entrado el siglo XIX, las masas obreras con sus movimientos clandestinos y sus ideales de sindicalista, comienza a expresarse en diversas formas, que en un principio se manifestó e forma de huelga con características de motín, posteriormente se da la simple coalición de obreros de una misma fabrica o diferentes. La ultima etapa se concreta con la formación de sociedades de resistencia, con objetivos de imponer por acción moral o física al resto de los trabajadores, al paro colectivo de la especialidad laboral, que culminan con la autentica aparición del sindicato, que se presenta con una estructura mas evolucionada, con una rigurosa diversificación de oficios e industrias, frente a la estructura social imperante y que busca un lugar legalmente en el conjunto económico-social. El sindicalismo en este periodo, existía de hecho pero no de derecho y su aptitud estaba dirigida a obtener esa conquista y es a la que se orientaba la masa trabajadora.

-Tendencias del Sindicalismo

Se distinguen en las dos tendencias principales: la extremista o revolucionaria y la moderna o evolucionista.

La extremista o revolucionaria tiene puntos de contacto con doctrinas socialistas, comunistas y anarquistas, en las que se apoyan sus diversas tendencias.

La moderada o evolucionista, como indica su nombre, tiende a conseguir, progresivamente, por medios conciliadores, mejores condiciones de trabajo para el obrero, y prefiere el arbitraje, el convenio y la conciliación a la violencia y a la huelga, a la que se apela en el último recurso

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