Pocas veces en la vida uno puede ver una batalla a la muerte entre dos gigantes. Si, si, queridos lectores. Carlos Slim y sus compañías, al igual que las televisoras, son dos gigantes monstruosos. Y es una cosa maravillosa este espectáculo de la corrupción el que estamos viendo en este momento. Como dije, pocas veces lo vamos a ver.
Carlos Slim, el multimillonario más rico del mundo dueño de Telcel y Telmex (entre otras muchas), los monopolios de comunicación telefónica. Emilio Azcárraga, dueño de la televisora más importante de México, Televisa, y sin lugar a dudas una de las personas con más influencia en el país. Ricardo Salinas Pliego, dueño de la segunda televisora más importante de México, TV Azteca, que junto con Azcárraga completan el pseudo duopolio de medios en México. Esas tres entidades entran en choque… Y los mexicanos nos fregamos.
Todo empieza, en los hechos, por que las televisoras decidieron subir el monto grosero de dinero que le cobran a las compañías del sr. Slim, hecho por el cual, este último decide retirar su publicidad. Y de ahí comienza una guerra de descalificaciones entre ambos, que ultimadamente lo único que dejan ver es su total y completo desinterés (de ambos lados) hacia sus clientes. A ellos lo que les importa es el dinero que esos clientes les dan, y nada más.
Televisa y TV Azteca han atacado a la yugular. Si no son tontos. Todos sabemos sobre el pésimo servicio que ofrecen las compañías de Slim, y eso es lo que han lanzado el golpe. Telmex y Telcel han sacado unos cuantos desplegados alegando que las televisoras los intentan desprestigiar, y el día de ayer presentaron una demanda por las presuntas prácticas monopólicas de los medios en cuestión…
¡¡¡MOMENTO!!! Osea… ¿Cómo está eso? ¿Uno de los monopolios más grandes de México va a demandar a otro monopolio? Supongo que al señor Slim ya se le olvidó su propia historia con Teléfonos de México. Y me imagino, sobre todo, que lo está haciendo para salvar a los mexicanos del terrible poder que ejerce Televisa y TV Azteca sobre la opinión pública del pueblo mexicano. Señores izquierdistas que tanto se quejan del poder de estas empresas de medios, bésenle los pies a Slim, por que está haciendo lo que ustedes tanto querían. Está intentando acabar con ese duopolio de medios… Ok, no.
Todos sabemos que esta demando es sólo un paso más en la guerra de poder, que por lo visto esta escalando cada día más, y que lo único que quiere el señor Slim es que dejen de darle mala publicidad a sus de por sí muy mal paradas empresas. Y tal vez, entre muchos otros motivos, poder tener una televisora propia… Alguna pequeñez… #Dicen por ahí que esa es la verdadera razón de esta pelea. No lo sé.
Lo que sí sé es que esta pelea, por lo menos a mi entendimiento, va a cavar con Slim como el gran perdedor. Televisa y Azteca puede ser que dejen de percibir los millones que Telmex y Telcel pagaban en publicidad, pero encontrarán otras maneras de hacerse de ese dinero. Las empresas de Grupo Carso enfrentan un destino peor que la pérdida de publicidad. Y es que todos estamos aquí muy consientes del poder que tienen las campañas negras, que es exactamente lo que están haciendo las televisoras.
Telmex y Telcel se enfrentar ahora a perder clientes, pues como lo dije, las televisoras están apuntando todos sus ataques al pésimo servicio que brindan estas compañías, y lo están haciendo notar más. Fácilmente pueden llegar a destruir el poderoso imperio de telefonía del Slim, con el simple hecho de empezar a hacer notar las ventajas de la competencia, como Axtel, Movistar, Nextel, blah, blah, blah. Es un conflicto en el que Slim se está jugando el todo por el todo.
Mientras estos dos grandes monopolios se están peleando, los mexicanos inconformes con su servicio de telefonía o de celular deberían aprovechar esta pequeña falla en las defensas de Slim para atacar también. Deberían todos aquellos quejosos exigir que las tarifas bajen y el servicio suba. Es más, hasta me atrevería a proponer una manifestación afuera de las instalaciones del HQ de Grupo Carso, en Plaza Carso, pues creo que es el momento preciso. Podemos actuar en contra de un monopolio que hace de sus usuarios lo que quiere, podemos lograr lo que debería de ser en realidad, que el monopolio trabaja para nosotros y cumpla con lo que se espera de sus servicios.
Al final, no sé que vaya a pasar, pero si de algo estoy seguro es que los mexicanos vamos a ser los últimos beneficiados de esta guerra de titanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario